
- La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ubicada en la cima, consta de tres partes fundamentales: el preámbulo, la parte dogmática y la parte orgánica. Junto a ella se encuentran los Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos que la nación haya suscrito.
- Las leyes federales. El segundo cuerpo lo ocupan el conjunto de leyes federales y los Tratados Internacionales no relacionados con los DDHH, como acuerdos comerciales, políticos, diplomáticos, etc. Dichas leyes rigen el conjunto de los estados mexicanos, aplican a toda la nación como conjunto.
- Las leyes estatales. Es decir, las Constituciones Estatales, las Leyes Estatales, las Leyes Orgánicas y las Normas Oficiales.
- Las leyes locales, que describen las facultades de los municipios, de ámbito puramente local y minoritario en comparación con los peldaños superiores de la pirámide. Se trata de las leyes “ordinarias”, de menor rango, pero que rigen las normas y los reglamentos del último peldaño.
- Las normas y reglamentos de base. En este último peldaño, el más amplio y el que sirve de base a la pirámide, se hallan los reglamentos, de carácter legislativo, así como las Normas Jurídicas Individualizadas, que son acciones jurídicas concretas, como los contratos o los testamentos, y que jamás pueden contravenir los peldaños superiores de la pirámide.