
Historia.
1611 | En el Tesoro de la lengua española se habla por primera vez del interrogante como “la señal que se pone en la escritura para que se entienda la cláusula interrogativa” |
1734 | En el primer Diccionario de la Real Academia Española se dice que la interrogación se pone “al fin de la razón, no al principio” y también que "el signo se forma con una s al revés y añadiendo un punto debajo”. |
1884 | En esta edición del Diccionario de la Real Academia Española se establece que se trata de “un signo ortográfico (¿?) que se pone al principio y al fin de la cláusula en que se hace pregunta”. |
Razón.
En español no contamos con una estructura que indique que lo que sigue es una pregunta, así que necesitamos ambos signos para que ayuden al lector a entonar la frase de manera adecuada desde el principio. En inglés o alemán, por ejemplo, se invierte la estructura de la frase y el orden de las palabras para advertir, desde el comienzo de la frase, que es una pregunta. Ejemplo: You have cats, se distingue de: Do you have cats?. En español, ambas frases se entonarían de la misma manera, si no fuese por los signos de interrogación. Tienes gatos y ¿Tienes gatos?.
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