Eduardo Calixto.
- Dormir mal. Evita la oxigenación de las neuronas y disminuye la producción de neurotransmisores.
- No comer. Las variaciones atípicas de glucosa, y la falta de ella, impactan el funcionamiento del cerebro.
- No tomar agua. La ingesta de agua mantiene el volumen y la presión necesaria del cerebro.
- Tomar alcohol. Forma acetaldehido que es dañino para el cerebro.
- Exceso de cafeína o nicotina. Estos estimulantes cambian el funcionamiento del cerebro, e incluso su configuración vascular.