
Esta película es apenas un puñado de cuentos en los que el pueblo ha puesto su gratitud y justicia para Pancho Villa. Yo he querido creerlos como si fueran verdad... y los voy a contar a mi manera.
—Ismael Rodríguez.
- Así era Pancho Villa. 1957.
- ¡No matarás! Viva Villa, no, que ¡Viva Madero!
- El hereje. Señor, tú mejor que nadie sabes que soy un hereje, por eso nunca te había pedido nada...
- Boda macabra.
- Qué lindo pelao. Fíjate en la ceniza del puro, no le tiembla la mano.
- Las mujeres de mi general.
- Mi coronel, el señor cura. Cambien cartucho. ¡Viva Villa! ¡Fuego!
- Jesusita en Chihuahua. Entreténganlos mientras yo siembro el oro en el pantano.
- Pancho Villa y la Valentina. 1958.
- El perro chato. Diga cómo se llama usted, fuerte.
- Trúenenme a esos hambreadores. Cuando yo sea grande, voy a ser Pancho Villa.
- El guajolote. A mí nadie me ha tenido completo nunca.
- Que siga el baile.
- Por mis pistolas. No'más que primero déjeme probar mis armas.
- El generalito.
- La Valentina. Nunca una mujer deja desarmado a un hombre, sepa o no sepa que van a venir a matarlo.
- Cuando ¡Viva Villa! es la muerte. 1959.
- El maistro hablador. —Excúseme que no le agradezca el favor. —Está usté excusado.
- El ahorcado. ¿Cuándo te dije que te iba a quitar la vida?, te dije que te iba a castigar.
- Café con piquete. Y desde entonces, Doroteo Arango se volvió rete desconfiado... beban tranquilos, el que nada debe...
- A cañonazo limpio. A las 5 en punto me echas el primer riatazo sobre la escuela.
- Unos raspados de limón. Vengo por diez mil dólares.
- La Adelita. Fierro, deja escapar al capitán. Usted no hizo el ridículo, mi general.
- ¡Viva Villa!. Tuve un sueño muy raro, como si alguien tratara de avisarme algo.