Una estructura para evitar los circunloquios.
- Título. Simple, compuesto, complejo.
- Apertura. Una sensibilización referente al tema que se va a tratar, es tocar con breves antecedentes el tema en cuestión, se trata de ubicar al público en el tema a disertar.
- Tesis. Proposición que se enuncia y se mantiene con argumentos o razones.
- Argumento de autoridad. Citas, datos, argumentos, tesis, etc. Dichas por personalidades doctas en el tema que se trata y que apoyen nuestro dicho, con la intención de minimizar argumentaciones contrarias a las nuestras, por parte de nuestros escuchas.
- Ejemplo que apoye la tesis. Situaciones reales o creadas, que apoyen o lleven al público espectador a la reflexión, análisis, comprensión, sentimiento, entendimiento, etc., con relación al tema expuesto.
- Experiencia personal.
- Refutación. Impugnar con argumentos o razones lo que otros dicen. La intención es destruir, antes de que se nos digan, las razones del contrario o de las tesis y argumentos que se opongan a nuestro dicho.
- Conclusión. Es el cierre de nuestro discurso, donde debemos de invitar a la acción a quien nos escucha. Debe ser fuerte, claro, conciso, directo y enérgico.
Esa copita de vino no es saludable
Apertura
De seguro has escuchado que una copita de vino es saludable. Quizá incluso hayas leído que el vino tinto es beneficioso para el corazón.
Tesis
Hoy vengo a decirte que cualquier cantidad de alcohol, por mínima que sea, es perjudicial para la salud.
Argumento de autoridad
En 2021, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer clasificó al alcohol en el grupo 1 de carcinógenos, ya que hay suficiente evidencia que muestra que puede causar cáncer oral, de faringe, esófago, hígado, páncreas, colon y mama.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud estableció en 2023 que no hay una cantidad segura de alcohol que no afecte la salud. O dicho de otra manera, entre menos, mejor.
Además, la Comisión Europea advierte que incluso un consumo regular moderado de alcohol aumenta el riesgo a largo plazo de sufrir cardiopatías, enfermedades hepáticas y cáncer.
Ejemplos que apoyan la tesis
¿Y qué es un consumo regular y moderado? Regular, al menos cuatro veces por semana. Moderado, tan poquito como 10 g de alcohol. Esto es, media cerveza, media copa de vino, un dedo de tequila en una margarita o un dedo de whisky en las rocas. ¿Cuántas personas piensan que una cerveza en la comida es inofensiva? ¿Cuántas acostumbran una copita de vino por las tardes?.
Experiencias personales
En una cena de año nuevo se me ocurrió comentar todo esto mientras se servían los brindis. Nunca lo hubiera hecho. De inmediato alguien dijo que los cardiólogos recomiendan el vino tino, otra persona dijo que contenía resveratrol y flavonoides. No faltó quien dijera que una copita es un buen digestivo, y alguien incluso comentó que el vino tinto no contenía alcohol.
Refutación
Hay muchos mitos y malos entendidos al respecto, pero la verdad es que la Asociación Americana de Cardiología aclara en su página web que el consumo óptimo de alcohol es cero. Y los nutriólogos recomiendan a aquellos preocupados por sus requerimientos de flavonoides y resveratrol, que obtengan estos nutrientes de otras fuentes, principalmente frutas y verduras. Y si bien es cierto que el alcohol acelera el metabolismo, y con ello la digestión, también lo es que es tóxico para los enterocitos, las células que absorben los nutrientes en el intestino delgado.
No podemos negar que el agua de un charco hidrata, pero nadie la toma porque los beneficios de hacerlo son más que contrarrestados por los posibles riesgos.
Cierre
Dejemos de normalizar el consumo de alcohol. El slogan bebe con moderación ya es en sí un exceso. Si eres consumidor, disminuye la ingesta. Y sobre todo, no incentives a los jóvenes, con tu ejemplo, a consumirlo. Es una buena idea no tomar alcohol. Tu yo del futuro, quizá te lo agradezca.