Cuatro son las historias. Una, la más antigua, es la de una fuerte ciudad que cercan y defienden hombres valientes. Los defensores saben que la ciudad será entregada al hierro y al fuego y que su batalla es inútil. [...] Otra, que se vincula a la primera, es la de un regreso. [...] La tercera historia es la de una búsqueda. Podemos ver en ella una variación de la forma anterior. [...] La última historia es la del sacrificio de un dios. [...] Cuatro son las historias. Durante el tiempo que nos queda seguiremos narrándolas, transformadas.
—Jorge Luis Borges. El oro de los tigres. 1972.