Gil Schwartz
Promesas de un jefe a su brillante equipo:
- No me reiré de tus estúpidas ideas. Si lo hago, quizá no puedas articular tu próxima idea audaz y eso sería una pena.
- No me enojaré cuando la idea que cocinaste nos explote en la cara. Los que castigan el fracaso, eventualmente acaban con la grandeza de su equipo.
- Yo me llevaré el crédito, pero siempre reconoceré tu labor. Me encargaré que todos sepan lo grandioso y eficiente que eres.
- Te daré acceso a la gerencia. No te dejaré fuera del palacio como indigente. Conforme vayas creciendo y brillando, te ayudaré a escalar.