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miércoles, 6 de marzo de 2024

EO8. Clase abierta. ¡Indígnate y actúa!

Cita

La indignación saca a relucir todas nuestras fuerzas

Ralph Waldo Emerson

Protocolo

Autoridades del partido. Maestro Arturo Osornio Cuadros. Compañeros. Público que nos acompaña. Buenas tardes.

Apertura

¿Qué necesitamos para tomar acción?, ¿De dónde sacar la determinación para actuar?, ¿Cómo tomamos la iniciativa?

Tesis

Hoy vengo a hacer un llamado a todos ustedes a la acción. Vivimos en tiempos de desafíos y adversidades, donde la desigualdad, la injusticia y la iniquidad prevalecen, incluso se ahondan. Es momento de observar con ojos críticos la realidad, despertar nuestra conciencia, indignarnos ante lo que está mal y canalizar esta energía hacia la transformación.

Argumento de autoridad

En su libro Indignaos, Stéphane Hessel plantea una idea simple pero poderosa: debemos indignarnos ante las injusticias que presenciamos a nuestro alrededor y comprometernos activamente en la lucha por un mundo más equitativo. La pasividad y la indiferencia son nuestras mayores amenazas, y es nuestra responsabilidad alzar la voz contra ellas.

Ejemplos 

Los derechos y las instituciones de las que hoy gozamos son producto de los indignados de ayer. Algunos, pagaron incluso con sus vidas. Pero la tarea no está concluida. Aún hay mucho por hacer. Más aún, lo que ellos conquistaron se encuentra bajo asedio. Las libertades deben ser vigiladas constantemente. Pretender que las conquistas logradas están aseguradas, es cerrar los ojos a la realidad. Vemos a los jóvenes que derriban las puertas de Palacio Nacional para protestar contra la impunidad que gozan quienes los desaparecen. Ahí están los activistas medioambientales que arriesgan sus vidas por la defensa de sus bosques. Tenemos a los transportistas y sus bloqueos para exigir un alto a la inseguridad en las carreteras. Estos son ejemplos vivos de cómo la indignación puede transformarse en acción y movilización social.

Refutaciones

Algunos pueden argumentar que la indignación es inútil o contraproducente, que no podemos cambiar el mundo con simples palabras o protestas simbólicas. Sin embargo, les digo que la historia está repleta de ejemplos de cómo la indignación de uno encuentra eco en la multitud y lleva a cambios significativos en la sociedad. No debemos subestimar el poder de la indignación colectiva, organizada y enfocada.

Conclusión

Así que hoy los invito a que nos unamos en este llamado a la indignación y a la acción. No nos quedemos de brazos cruzados mientras la injusticia y la indiferencia continúan prevaleciendo en nuestro mundo. Es momento de levantarnos, alzar la voz y luchar por un futuro mejor para todos. Por nosotros, como homenaje a aquellos que nos precedieron, y como legado a aquellos que vendrán. Juntos, podemos hacer la diferencia que queremos en el mundo. 

¡Hoy nos indignamos, mañana transformamos! ¡Luchemos por el cambio!