Una bomba de racimo, bomba de fragmentación, bomba de dispersión o de submunición es una bomba —de caída libre o dirigida que puede lanzarse desde tierra, mar o aire— que libera al abrirse un gran número de pequeñas bombas con el fin de ampliar el área de alcance. Estas submuniciones pueden causar diferentes daños, desde perforar vehículos blindados con su carga explosiva y alcanzar personas de manera indiscriminada con sus fragmentos de metralla, hasta producir incendios por sus materiales inflamables.
Uno de los problemas más graves con el que lidian los afectados es que muchas de las submuniciones no estallan al caer, lo que las convierte de facto en minas antipersonales que pueden explotar incluso años despúes de haber aterrizado.
